La calefacción en invernaderos es indispensable para mantener una temperatura adecuada que proteja la producción y permita generar unas condiciones de cultivo óptimas.
A lo largo del año y en determinadas ubicaciones, puede resultar muy complicado mantener una buena temperatura, poniendo en peligro la producción. Las bajadas y subidas drásticas de temperatura pueden dañar los cultivos, por lo que te recomendamos mantener unos niveles de temperatura y humedad específicos, con algunos de nuestros sistemas de calefacción especializados.
Variables para definir el mejor clima para tu invernadero
El éxito o fracaso de una cosecha está condicionado por varios factores climáticos:
Temperatura
Aunque dependerá de la plantación de tu invernadero, generalmente la temperatura debe oscilar entre los 10 ºC y 20 ºC. En determinadas épocas del año, alcanzar esta temperatura puede ser complicado si no tienes un sistema de calefacción para invernaderos instalado.
Humedad
Controlar la humedad de tu invernadero es una de las cuestiones más delicadas del proceso de cultivo. La dificultad está en alcanzar un nivel adecuado de humedad en todo el área, ya que con altas temperaturas la humedad disminuye y con las altas aumenta.
Cada cultivo requiere una humedad en concreto, por lo que tendrás que estar muy pendiente de este valor y calcular una media adecuada. Para facilitarte esta tarea de control, es muy útil tener una calefacción de invernaderos con sensor de humedad y panel de medición.
Luz solar
La luz es el factor, junto con la humedad, más importante para el crecimiento de los cultivos. La luz solar sumada a una buena temperatura, una humedad adecuada y un nivel óptimo de CO2; potencian la fotosíntesis de la cosecha y ayudan su crecimiento.
Si necesitas aumentar la luz natural dentro de tu invernadero, cúbrelo con materiales transparentes que reduzcan las sombras y añade acolchados de plástico blanco para que reflejen la luz. También es muy importante tener en cuenta la orientación de invernadero, ubícalo en la zona de la parcela que más luz solar reciba a lo largo del día.
Pero ojo, que el exceso de luz natural puede dañar y quemar las hojas de la cosecha. Si precisas disminuir la entrada de luz, utiliza una cubierta blanca e instala mallas de sombreo junto con alcochados de plástico negro.
Si tienes mucha luz natural en tu invernadero, deberás aumentar la temperatura, la humedad y el CO2. En cambio si entra poca luz solar, tendrás que bajar estos valores. Para vigilar estos factores, es muy importante que a la hora de elegir el mejor sistema de calefacción para tu invernadero, te fijes en que es capaz de medir y controlar estas variables.
CO2
El CO2 es el encargado de regular la función clorofílica de los cultivos. Lo habitual es que dentro de un invernadero, los niveles se encuentren entre un mínimo de 0.003 % y un máximo de 0.2%. Hay que controlar que la concentración de CO2 nunca supere los 0.3 %, ya que es tóxico para la cosecha.
Tipos de sistemas de calefacción para invernaderos
A la hora de escoger el sistema de calefacción para nuestro invernadero deberemos minimizar el uso de combustibles fósiles para promover el cuidado del medio ambiente.
Dentro de todas las opciones del mercado de la climatización de invernaderos, deberíamos prestar atención a los siguientes criterios:
- Rentabilidad
- Seguridad para evitar incendios o quemaduras en los cultivos
- Asegurarse de que la fuente de calor se mantenga cerca de las plantas y que llegue a toda el área de producción.
Calefacción central
Este sistema de calefacción se basa en una fuente de calor y un sistema de tuberías que transporta el calor por la zona. Dentro de las calefacciones centrales, el transporte de calor puede hacerse de varias formas:
- Calefacción con aire caliente: el aire del invernadero se calienta a través de una red de conductos que disipan el calor en la parte baja del invernadero y conjuntamente con un sistema de ventilación adecuado pueden calentar de una forma uniforme todo su volumen alcanzando temperaturas óptimas para cualquier tipo de cultivo.
- Suelo radiante: calienta el invernadero a través de tuberías subterráneas que recorren el suelo. Las tuberías están hechas de polietileno y la temperatura máxima que se puede alcanzar es 40 ºC.
- Calefacción de cama: las tuberías se instalan por encima del suelo. El calor de las tuberías irradia hacia los alimentos y sus raíces propiciando su crecimiento.
- Calefacción de cultivo: en este tipo de calefacción las tuberías de acero o aluminio están sobre el cultivo pudiendo calentarse hasta los 50ºC.
- Calefacción de mesa: Las tuberías de polietileno que irradian calor viajan a través de los soportes de la mesa, calentándolos hasta un máximo de 79ºC.
Instalación de cogeneración
Este sistema de calefacción para invernaderos irradia energía eléctrica y calor al mismo tiempo. Algo muy característico de este tipo de calefacción, es que los gases de efecto invernadero que se crean en el proceso son utilizados posteriormente para fertilizar la cosecha, promoviendo así el crecimiento. Durante el proceso de climatización se produce CO2, que más tarde es inyectado a las plantas. Ésto evita parar el cultivo por el clima y se ha comprobado que mejora la calidad y cantidad de los alimentos.
Sistema de calefacción con generadores de aire caliente
Los generadores de aire caliente para invernaderos, son equipos que trabajan de forma totalmente autónoma. Nuestros modelos de la serie AM, pueden funcionar con gasóleo, gas metano o gas propano y su mecánica se basa en calentar el aire aspirado por los ventiladores e impulsar el aire caliente en el interior del invernadero.
Estos tipos de calefacción para invernaderos son muy efectivos en lugares con temperaturas mínimas suaves, durante el invierno y con cultivos que necesitan una temperatura mínima no muy baja como pueden ser el tomate o la lechuga.
Estos climatizadores se pueden adaptar a cualquier tamaño de invernadero, ya que en MET MANN contamos con varios modelos y potencias de la serie AM. El sistema de calefacción por aire caliente es muy rápido y es una gran solución para evitar heladas que tanto daño pueden hacer a la cosecha.
Las principales ventajas frente a otros sistemas de calefacción son:
– Reducción de costes de compra e instalación.
– Sistema muy rápido de calefacción.
– La difusión del aire se puede hacer de dos formas: directa o a través de una red de conductos para canalizar el aire en zonas anexas donde se ha instalado el equipo.
– Cuenta con un rendimiento de combustión del 90%.
Calefacción eléctrica
Este sistema de calefacción irradia calor mediante unas alfombras eléctricas situadas en el suelo del invernadero. Debido a que el calor proviene de debajo de la planta, es el sistema ideal para aquellos cultivos en los que solo la raíz necesita calor. El único inconveniente de este tipo de climatización, sería el aumento del consumo de electricidad.
Pantallas térmicas
Dentro del mercado de las pantallas térmicas, hay varios tipos: abiertas, cerradas, de hilos sintéticos o de láminas de aluminio. Pueden usarse como fuente de calor para las plantas y, durante las épocas de más humedad, se pueden utilizar como doble cubierta para evitar el goteo directo a la cosecha.
En la agricultura debemos intentar escoger el mejor sistema de climatización para el invernadero y para el medio ambiente. Este sistema es uno de los más responsables y cuidadosos, ya que el calor captado durante el día lo mantiene para aprovecharlo durante la noche.
Profesionales MET MANN
La elección de un sistema de calefacción eficiente puede complicarse si se desconocen los requisitos técnicos que necesita el invernadero. Para ello, en MET MANN ponemos a tu disposición a nuestros expertos asesores. Escoge el mejor sistema de calefacción de invernadero con la certeza de una compra segura y con nuestra garantía de calidad.